5 datos sobre las placas de circuito impreso

5 datos sobre las placas de circuito impreso

Las placas de circuito impreso son placas finas hechas de un material aislante recubierto de metal. El metal se graba en pequeños patrones que crean vías por las que circula la electricidad. A continuación, la placa se monta con diversos componentes metálicos mediante soldadura. Así se forma una placa de circuito impreso. Hay varios tipos de placas de circuito impreso.

Componentes

Al fabricar una placa de circuito impreso, hay que tener en cuenta los distintos componentes que la componen. Cada componente tiene su propia función, pero juntos forman un sistema eléctrico totalmente funcional. Como creador de una PCB, es importante utilizar los adecuados para el dispositivo.

Hay muchas formas de montar los componentes en una placa de circuito impreso. Uno de ellos es el montaje pasante, que consiste en introducir el componente en un orificio de la placa. A continuación, los cables del componente se sueldan a la placa por el otro lado. Otro método es el montaje superficial, que consiste en colocar los componentes directamente en la placa. Esta opción ahorra espacio en la placa.

Talla

El tamaño de las placas de circuito impreso es una decisión crítica en el proceso de fabricación. El tamaño determina el rendimiento de un panel. El grosor de una placa también es una consideración crucial. El grosor estándar de las placas de circuito impreso es de 1,57 mm. Sin embargo, existen varias alternativas.

Una opción es la panelización. Este proceso es habitual para tableros pequeños. El fabricante cortará la tabla de una losa más grande. El tamaño mínimo del tablero suele ser de 2,0″, pero es probable que los tableros pequeños requieran panelización. El número de capas también es una consideración importante. El estándar es una o dos capas, pero algunos fabricantes llegan hasta 20 capas. El grosor de la placa de circuito impreso refleja tanto la placa en sí como el grosor de cada una de las capas internas. Hay primas para tolerancias más estrictas, como 0,030″.

Función

Las placas de circuito impreso son una parte fundamental de la electrónica. Proporcionan una forma de dirigir la energía en un circuito eléctrico y son muy duraderas. Están diseñadas para resistir el calor, la humedad y la fuerza física. Esto las hace ideales para su uso en diversos entornos peligrosos. Además, son extremadamente seguros. Gracias a su diseño único, es imposible tocar accidentalmente dos o más contactos a la vez.

El material utilizado para fabricar una placa de circuito impreso influye mucho en su rendimiento. El grosor de una placa viene determinado por varios factores, entre ellos el contenido de cobre. El grosor suele describirse en términos de cobre por pie cuadrado, aunque también puede medirse en micrómetros. Una placa de circuito impreso típica de dos capas consta de cobre en una cara y una capa de base epoxi en la otra. Estos dos componentes se conectan mediante un cableado de cobre.

Color

Hay varios factores que determinan el color de las placas de circuito impreso. El primero es la percepción del color por parte del ojo humano. El ojo humano distingue fácilmente el rojo, el azul y el verde del blanco. El segundo factor es el proceso de producción. Aunque existen varios colores para las placas de circuito impreso, el verde es el más fácil de producir. Además, es más respetuoso con el medio ambiente que otros colores. Otros colores disponibles son el rojo, el amarillo, el azul y el morado.

Aspectos como la estética y la facilidad de venta también pueden verse afectados por el color de las placas de circuito impreso. Por ejemplo, las placas translúcidas pueden ayudar a que los productos sean más visibles y atractivos. Además, el color puede afectar a la conducción del calor y la reflectividad. Esto puede ser especialmente importante para los productos que utilizan iluminación LED.

Historia

Las placas de circuito impreso han evolucionado mucho desde sus inicios. Las primeras eran de una sola cara, con los circuitos en una y los componentes en la otra. Estas primeras placas eran muy eficaces para sustituir a los voluminosos cables, y su uso era cada vez más frecuente en aplicaciones militares y de otro tipo. En la década de 1950, el desarrollo de las placas de circuito impreso corrió en gran medida a cargo de los organismos gubernamentales, que necesitaban sistemas de comunicación y armamento fiables.

A finales de los años 60, el proceso de desarrollo cambió radicalmente. Los desarrolladores pasaron de las técnicas tradicionales de cableado a un proceso más sofisticado conocido como "Diseño para Prueba". El desarrollo de este proceso exigía que los diseñadores planificaran sus diseños teniendo en cuenta futuras reelaboraciones. También separaron los equipos de fabricación y diseño.

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